Nuestra forma de saludar así como los comportamientos  frecuentes se reconoce como hábitos, pues son producto de la práctica frecuente que se realiza de manera inconsciente. Según Wikipedia, el hábito, “… no es una mera conducta asidua, sino que muestra un grado de regularidad que se confunda con la vida de la persona que la ostenta”.

Estos hábitos se reproducen en nuestro cerebro. La acción  repetida, crea una ruta entre las neuronas y, así resulta fácil para el cerebro ejecutar una acción repetida del pasado que empezar una nueva. Un nuevo hábito ha de requerir de una nueva conexión, de un nuevo camino no trazado. En ese sentido, es previsible que el fenómeno coronavirus COVID 19, haya de generar cambios en nuestra conducta y formas de la enseñanza y aprendizaje al concluir la cuarentena. 

Las relaciones en el trabajo no serán las mismas, se  recurrirán a la formación de equipos virtuales (en el caso de los docentes ya existe una experiencia en formación), el uso de aplicativos será un hecho frecuente, poseerá mayor relevancia la comunicación virtual, el correo electrónico, uso del whatsapp, video conferencias, Chat y mensajes instantáneos, base virtual de datos, archivos en línea, calendarios en línea, foros, etc.  

Si antes se emitían comentarios en contra del uso del  celular por parte de los alumnos, hoy será un hecho necesario. Surgirá la necesidad de progresar en el manejo y selección de la información virtual, sobre todo la información pertinente y científica. Sólo así estaremos así en condiciones de orientar a los estudiantes para el adecuado uso del celular. El aprender a aprender cobrara una mayor relevancia.